En ocasiones se repiten los insólitos fotogramas de mis recuerdos, creando un bucle de imposible resolución que sólo con el agotamiento y la migraña acaba disolviéndose como un Alka-Seltzer en un vaso de agua.
Nunca he vuelto a verla, pero recuerdo, con mayor asiduidad de la que deseo, ese último encuentro con el que ahora mi cabeza trata de atormentarme. Sin suerte, por cierto.
Odio el calor. Y ese maldito día de agosto del año más insignificante que albergo en la memoria, no era caluroso sino infernal. Quizá fuera ese el motivo que me llevó a descolgar el teléfono. Con inusitada violencia le espeté que necesitaba verla de forma inmediata en mi apartamento. Lucía accedió sin poner objeciones, tal vez pensando en una reconciliación, pues ella siempre ha sido dada al enamoramiento mental. Para algunas personas, las separaciones siempre son asuntos deliberadamente complicados y muchas veces uno desea escarbar en tierra ya batida para tratar de encontrar el olor de su propia micción.
Lo había calculado todo con vehemencia. Desde la plastificación del maletero del coche, hasta la compactación de la basura por parte de un funcionario que por dinero no preguntaba más de la cuenta. Pero todos mis cálculos se esfumaron en el mismo instante en que cruzó el quicio de roble de la puerta acorazada, y entonces me di cuenta de la redundancia que supondría matar a una mujer que ya estaba muerta para mí. Lucía me miró con obscenidad y sentí que deseaba que rompiéramos los años de silencio sobre el desgastado colchón de mi habitación.
En algún respiro, dejaba caer mi brazo, palpando con éxtasis el barnizado mango del martillo que yacía bajo la cama, pero ella volvía a manejarme a su antojo haciéndome olvidar de nuevo mi propósito. La idea entraba y salía de mi mente como un clavo ardiendo. La redundancia concurría nuevamente, con martillazos o sin ellos.
Si es redundante,si.
ResponderEliminarEstaba preparada para las salpicaduras de sangre, cachis!!!
Besos desde el aire
Veo a alguien desesperado porque sabe el poder que tiene sobre él y aún intentando ser tajante hasta el punto de fraguar su asesinato fracasa. Dulce fracaso.
ResponderEliminar¿dónde está la sangre?¿hay que hacerla con los disparos/comentarios? jeje. Muy bueno. No se puede matar a alguien que ya está muerta pero que da una alegría al cuerpo. ¿Y la deja marchar? O tras la escena de cama la remata?
ResponderEliminarSaludillos sangrientos
O sea... en esta historia no es el que manda ¿no?
ResponderEliminarBesitos
Podría ser vulgar y citar el refrán real, pero lo cambiaré por "pueden más un par de ....., que una cabecita loca y un martillo".
ResponderEliminarSi es que al final la vida es una rueda...
Biquiños a los tres (sí, sí... sé que conoceis el refrán)
No podría decir quién la ha escrito, tiene el estilo mordaz de Sucede.
ResponderEliminarEse final abierto es magnífico.
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ResponderEliminar*`•.¸(¯`•.•´¯)¸.•´
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*`•.¸(¯`•.•´¯)¸.•´¡¡ FELIZ DIA DEL AMIGO¡¡
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Muy interesante el escrito.
una historia genial, por mi mente se han pasado ya por lo menos tres finales distintos :)
ResponderEliminarun abrazo enorme, y... te sigo
En realidad la victima es él por mucho martillo que esconda.
ResponderEliminarMuy interesante relato
La incognita esta en el aire...
ResponderEliminarTodo depende de la valentia o cobardia de nuestro protagonista.
A un valiente normalmente, le domina la parte visceral, llegando a perder el dominio mental.
Un cobarde suele dominar su deseo mental, aunque aveces, le pierda el deseo carnal.
El desenlace solo tiene un protagonista: La pluma de nuestro talentoso escritor.
Un abrazo a los tres.
Ricard
Hoy debo felicitarlos por el final, no murió nadie, y la gran estrella fue el amor.
ResponderEliminarTres tristes tigres, digo, tres grandes escritores.
Caro
Ya lo decía Andrés Calamaro:" Pero el amor es más fuerte. . ."
ResponderEliminarFelicitaciones a tres enamorados sin saberlo.
Los españoles duermen, no hay duda... veo visitas de Brasil y de Argentina.
ResponderEliminarA propósito de nacionalidades, me veo en situaciones tan ridículas como pensar en si el Alka-Seltzer se usa en todas partes... y sí. ¿Diría Humberto "apartamento"? Y sí, para confundir o para "ser neutral". Lograron confundirme, tienen que volver a escribir los 3 juntos que me resulta más fácil y además es súper-interesante ver el rumbo que toma cada uno.
¿¿Amor, cobardía, valentía?? Qué mal que andamos... Muy buena idea / entrada "entrando o saliendo" con martillazos o sin ellos!!
ja, ja, cambiaron la frase de invitación a seguir el blog o yo había soñado?
ResponderEliminarque buenos escritores se reunieron aquí, creo que nunca vamos a tener seguridad de quien lo haya escrito hasta que decidan decirlo. los tres pueden disfrazarse del otro con toda habilidad, lobos vestidos de corderitos!
ResponderEliminarLa historia es excelente, me gustó que haya amor en vez de muerte aunque la muerte estuvo rndando.. jaja.. Sabrina
Muy bueno !!! escoger entre buen sexo y ahogarse en la apatía de una relación muerta. Muerte x muerte = muerte al cuadrado, redundancia o nó "pueden dos... mas de dos carretas..." como bien cita Carmen.
ResponderEliminarUn beso!!! feliz resto de semana
en esta ocasión la cabeza se olvidó de pensar, mandó el corazón y el deseo, y ella sabía cuál era tu talón de Aquiles, a todos nos ha pasado alguna vez.
ResponderEliminarun besito.
Estimados amigos:
ResponderEliminarEn primer lugar, querría agradeceros por los comentarios que habéis dejado para esta entrada.
Después de un largo debate en el palacio de Sucede, donde el Hombre de Alabama y yo fuimos obligados a comer vaya uno a saber qué extrañas pitanzas y a beber oscuros mejunjes, finalmente él ha llegado a la determinación de que, por esta vez, contáramos de quién es el relato. Luego de propinarme unos latigazos, me ha ordenado a mí que llevara a cabo esta ardua tarea.
En este espacio decidimos escribir sin revelar la autoría (ya lo sabéis), pero nunca se nos ocurrió que iríais a intentar adivinarla. Como nos pareció un juego interesante, lo dejamos seguir.
Pues bien, como ya hemos dejado entrever, no hay una sola modalidad de autoría. Con “Redundancia” decidimos probar el “a seis manos”, esto es, la idea original nació de uno de nosotros, luego pasó a un segundo, quien efectuó los cambios que creyó convenientes y, finalmente, tomó esa versión el tercero y aplicó otras modificaciones. La versión final conserva la idea original, pero los cambios han sido insospechables. Claro que no fui autorizado a decir en qué orden lo fuimos modificando, pero os aseguro que fue una experiencia magnífica que volverá a repetirse.
Creo que el afecto que dejáis en este blog ha ablandado el corazón del Rey de los Micros, como lo ha bautizado con razón (la ahora manca) Aina (je je) y es lo que ha posibilitado contar esta pequeña intimidad.
Repito el agradecimiento por las visitas y/o comentarios. Un gran abrazo.
Perfecto.
ResponderEliminarMe podría desarmar en halagos, podría crear un cántico futbolero y entonarlo cual bucle de tambor, podría desparramar desesperadas alabanzas, hasta quedar tirada por el suelo, y serian tan merecidas... pero mantendré la linea ante tres caballeros.
Son perfectos, par de tres genios.
Esto es un deleite siempre.
Saludos! mi gran admiración a Sucede, Hombre de Alabama y Señor Dib.
Besos
Apunto...
ResponderEliminarMe encantó el relato, me atrapó.
Es que como decía ahí, no se puede matar a alguien que ya esta muerto, conclusión, y estaba muerta, era solo sexo...
Disparo!!! ¡Saludos!
Te devuelvo la visita, Humberto. Me ha gustado la tensión de tu relato; no me has ganado por el estómago, sino por la mano; también por la calidad de tu narración, mas los mediocres también tenemos derecho a expresarnos. Nos seguimos leyendo. Gracias.
ResponderEliminarAgradezco tus palabras, Francisco, pero apenas las leí creí correcto venir a aclararte que éste es un espacio compartido, que si esta narración merece la bondad de tus palabras es gracias a que pasó también por otras manos. Nobleza obliga.
ResponderEliminarAbrazo.
El final abierto promueve conjeturas y finales distintos. Muy bueno. Hasta aquí puede más una muerta que un vivo con martillo a mano. ¡Brillante! Un abrazo.
ResponderEliminarVoy a citar al Martin Fierro
ResponderEliminar" es zonzo el cristiano macho cuando el amor le domina"
Aunque sea por recordar, por no olvidar o por el simple hecho de amar hace que la redundancia cobre protagonismo y ya entre la piel y las sábanas nada mas tiene sentido.
Perimiso amigo vengo a devolverle la visita y me quedo por acá dando vueltas siento que hay mucho por leer.
Abrazo.
El único muerto es él, y todo apunta a que le ha tocado vivir el peor de los finales, la muerte en vida. Muy a su pesar ha experimentado esa sensación de que nada vale la pena, ni cumplir su plan...
ResponderEliminarUn relato genial.
Prometo regresar.
Te devuelvo la cortesia y me agrado lo que puede encontrar por aca, somo tu dices con tu permiso me quedo a engrosar el grupo de tus seguidores, tu amigo SL
ResponderEliminarRelato para reir de la ironia que sucede en momentos tan serios.
ResponderEliminarValga la redundancia.
Espero que no hubiera martillazos al final. Por dios, que fuerte. Si es que hay gente que se pierde en su imaginación y luego no es capaz de matar una mosca.
ResponderEliminarMe gusta este coctel de tres. Tres bessitos
Bueno, he de aclarar para los que están algo dormidos, que este sitio es de tres... y no de uno... dicho lo cuál, os agradezco mucho a todos vuestras visitas y comentarios.
ResponderEliminarAhora he de aclarar que Aina no es manca, lo certifico con mi palabra, jaja.
Y nada más, que gracias a vosotros seguiremos creciendo!!!
Abrazos!!!!