Londres, 31 de diciembre de 2002, 23.20 hs. Caí borracho antes de la medianoche y me perdí los fuegos artificiales en el London Eye. Me desperté cuando el sol ya se levantaba por detrás de la bruma gris del Támesis, entonces me apuré a querer saber mi identidad. Es que siempre tengo dificultad en saber quién soy cuando me despierto de una pesadilla, pues dentro de mí existen varias personas reclamándome su realidad, así que bien podía ser cualquiera de ellas. Miré alrededor en busca de mí mismo, a la espera de un recuerdo, de un reconocimiento, de una mínima señal que me diera seguridad, pero nada sucedió. Corrí hasta un café para mirarme en un espejo y nada sentí, apenas vi una imagen sin ningún significado en especial. Así que volví al malecón y me acosté en un banco, enseguida me dormí. Soñé -entonces- que era yo mismo, otra vez, pero ahora tenía canas en mi cabello. Estambul, 30 de setiembre de 2012, 11.30 hs.
Suele pasar...
ResponderEliminarMuy bueno. A veces al despertar no te encuentras y pasas unos momentos raros hasta que te vuelves a ubicar.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Espero estar despierta mientras leo este relato! es menos intimidante que el anterior, pero también nos deja con miedito.
ResponderEliminarviene un pasilla 3, me imagino?
Besos x tres. Sabri..
Perderse en su propio cúmulo de pesadillas...amargo destino.
ResponderEliminarSaludos.
Los verdaderos despertares debieran ser así; lo otro es abrir los ojos luego de un extenso ronquido.
ResponderEliminarExcelente. Abrazo triplicado.
Cuando dormimos, nuestro subconsciente sigue revolviendo y hurgando en nuestro interior en "piloto automático". Al despertar cuesta volver a retomar el control...¡Ufff Genial! Besos x 3!!!
ResponderEliminarLo malo es seguir dormido después de abrir los ojos... O continuar la pesadilla cuando vuelves a dormirte... Es como la vida misma a veces...
ResponderEliminarExcelente relato genial!!
Besos a los tres.
Todos acabamos soñando que somos nosotros, la diferencia, es que nunca nos despertamos..
ResponderEliminarOtros saludos y sonrisas de papel,
RChS
...acaso no soñamos ser siempre otros?...triste realidad...hasta que nos aceptamos...
ResponderEliminarBuen micro!
Abrazos!
Casi diez años entre el principio y el final. Esa sí que es una buena pesadilla...
ResponderEliminarSaludos a los tres.
He leído varios textos y quiero felicitaros a los autores. Son magníficos.
ResponderEliminarEn el 33,3333(...) que me corresponde, quiero agradecerte, Pitt.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una pesadilla que tiene mucho de realidad, mis amigos, yo creo haberme dormido ayer con 20 años y hoy me desperté con 37, sin canas, pero donde están los 17 años??
ResponderEliminarMuy bueno como todo lo que hacen.
Besos. Stefi
Muchas veces nos dormimos en la realidad de nuestra vida y cuando despertamos ha pasado tanto que el tiempo ya ha marcado nuestro cabello, todo un placer leerlos
ResponderEliminarQué lindo ese malecón. No es lo mismo que despertarse en la Plaza del Congreso y que te saluden las ratas desde la alcantarilla. Muy onírico... una larga pesadilla... aunque a veces diez años se pueden pasar sin saber cómo. Me impresionaron esas varias personas, me gustó mucho ese clima de "bruma" que viene con los sueños... y con las pesadillas. ¡Bravo!
ResponderEliminarMadre mía se queda dormido en Londres y despierta en Estambul, jeje, y con diez años más pintando canas, madre santa menuda pedazo de pesadillaaaaa!!
ResponderEliminarEl corto esta muy bien ambientado, sentí la bruma, el no distingüir a la gente ni el lugar, el desconcierto, la incertidumbre ...
me gustó!!
felicidadesss!!
Haber estado solamente 10 minutos despierto en Londres... Eso si me parece una pesadilla...
ResponderEliminarBesos
ESPERABA LA TERCERA PESADILLA!!!
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